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Como grupo financiero de carácter cooperativo, nuestra misión se centra en aportar valor en nuestro entorno y dinamizar al resto de agentes económicos con los que nos relacionamos, generando un beneficio recíproco que acaba repercutiendo en el conjunto de la sociedad. Por este motivo, hemos puesto el acento en la singularidad y diferenciación del Grupo Cooperativo Cajamar como exponente de la banca social cooperativa, por nuestra naturaleza jurídica y modelo de negocio focalizado hacia las personas, la economía social y el sector agroalimentario, así como por nuestro fomento de la innovación y la transferencia de tecnología y conocimiento al tejido productivo de la economía real. 

Todo ello hace de nuestra forma de hacer banca un modelo singular, que nos está permitiendo incrementar nuestra actividad y ganar cuota de mercado en un contexto  extraordinariamente competitivo. En esta entrevista, Miguel Rodríguez de la Rubia, director de Banca de Empresas de Economía Social y Agroalimentario de Cajamar, nos presenta los puntos clave de nuestra relación con las diferentes familias de la economía social, un segmento prioritario para nuestro Grupo en los próximos años.

La economía social es uno de los ejes de actuación de nuestro Plan Estratégico 2018-2020 como objetivo de desarrollo comercial. Pero cuando hablamos de economía social ¿a qué colectivos nos estamos refiriendo?

La economía social engloba a colectivos muy diversos, con una presencia muy arraigada en el ámbito local, en todos los sectores y con empresas de todos los tamaños, y en definitiva con un peso específico propio en el aparato productivo y que se ha consolidado en los últimos años como un instrumento clave para dinamizar la economía y crear empleo estable y de calidad. Muchos de los agentes más competitivos e innovadores del tejido productivo europeo pertenecen a alguna de las grandes familias de la economía social, ya sean cooperativas de todo tipo como la nuestra, mutualidades, sociedades laborales, empresas de inserción social de la discapacidad, o los centros especiales de empleo. Me refiero, por ejemplo, a empresas líderes como la ONCE y su grupo industrial ILUNION, Consum, Covirán, Grupo Clade, Asisa, etc., además de los grandes grupos cooperativos alimentarios. En España, la economía social representa más de 43.000 empresas, genera aproximadamente el 10 % del PIB y más del 12 % del empleo, con un total de 2,2 millones de puestos de trabajo directos e indirectos. 

La economía social es una realidad consolidada, una economía al servicio de las personas, un modelo empresarial que funciona, y una herramienta fundamental de cohesión territorial que busca el equilibrio de la rentabilidad empresarial con el desarrollo colectivo, con el bienestar de las personas que participan en ella. Un modelo económico donde las personas priman por encima del capital, donde los beneficios se distribuyen entre las personas, para el cumplimiento de sus fines, para reinvertirlos en generar valor, riqueza y empleo y así devolver al territorio lo que obtienen de él, siendo una fórmula de participación empresarial sin la que muchos pequeños agentes individuales no podrían acceder al mercado ni a determinados bienes o servicios.

Una forma de capitalismo más humano, más social y basado en principios de sostenibilidad, que se está abriendo paso, que además ha resistido mejor que ninguna la crisis económica y que ahora, con la recuperación se consolida de forma definitiva. A fin de cuentas, ese es el objetivo de las cooperativas de crédito de nuestro Grupo: ofrecer soluciones financieras especializadas a nuestros socios y clientes a partir de un equilibrio entre los criterios de utilidad social y los de eficiencia operativa. Haciendo posible tanto la generación de valor compartido como la viabilidad empresarial. En este sentido, nuestro modelo de oficina itinerante, pionero en el sector y que ya llega a 40 localidades del mundo rural en tres provincias distintas, es quizá el ejemplo más reciente de nuestro compromiso con el territorio y de innovación social.

Nuestro Grupo es la referencia de la banca cooperativa en España y, por tanto, un agente fundamental de la economía social de nuestro país. ¿Cómo se traduce esto en nuestro modelo de negocio? 

Las entidades de nuestro Grupo, como cooperativas de crédito, tienen una especial singularidad dentro de las entidades financieras de este país. Además de ser la primera cooperativa de crédito española y la única supervisada por el BCE, somos una de las principales empresas de economía social en España, y nos definimos por desarrollar un modelo de negocio propio, de banca de proximidad y especializada, centrado en las personas, en el territorio y que atiende prioritariamente a las familias, a las empresas, a los emprendedores, a los autónomos, a las cooperativas, al sector agroalimentario y a toda la economía productiva que hay detrás de todos ellos. 

“La economía social vertebra la misión y visión de nuestro Grupo y se traslada a nuestra actividad como entidad financiera”

Un modelo de empresa cuyo valor reside en tres dimensiones: lo local, lo social y lo empresarial. De ahí viene nuestra singularidad como organización y nuestra forma distinta de hacer banca: hemos construido un relato y una estrategia comercial basada en el conocimiento y en la especialización y que nos habilitan como una entidad diferente en el sistema financiero español que nos ha permitido incrementar nuestra actividad en un contexto tan competitivo. La economía social siempre ha sido un elemento transversal en nuestra actuación. Este convencimiento vertebra la misión y visión de nuestro Grupo y se traslada a nuestra actividad. Como se dice en la campaña que lanzamos en abril: “Somos lo que somos porque hacemos lo que hacemos”.

 

 

Somos economía social, somos diferentes, somos banca cooperativa y tenemos nuestro propio modelo de hacer y de entender el negocio, basado en estos principios y valores propios de la economía social. Y como suelo decir, este el espacio que hemos conquistado, nuestras competencias nucleares y lo que mejor sabemos hacer. Una cuestión importante, esta diferenciación tanto en nuestra naturaleza jurídica como desde el punto de vista de nuestro modelo de negocio nos ha permitido llegar a ser una de las entidades financieras de referencia del sistema financiero español y que es compatible con ser una entidad moderna, competitiva, que está en el mercado, que afronta y se adapta a los nuevos retos como el de la digitalización y que además cumple con los criterios de solvencia, eficiencia y de fortaleza exigidos pero que sin embargo se mantiene fiel y sin renunciar a nuestros principios y valores de siempre, y que se ha marcado como objetivo contribuir la desarrollo y modernización del crédito cooperativo en España siguiendo el ejemplo de la banca cooperativa europea más desarrollada. 

Recientemente hemos firmado convenios de colaboración con organizaciones líderes de familias destacadas de la economía social: además de con el sector de las cooperativas agroalimentarias, con las de enseñanza y los centros especiales de empleo. ¿Qué iniciativas estamos desarrollando con ellos? 

Así es, y partiendo de una base tan sólida y en cumplimiento con el Plan Estratégico, estamos desarrollando comercialmente las distintas familias de la economía social donde el cooperativismo en general es su eje fundamental. Dentro de esto, nuestro foco sigue siendo el sector agroalimentario pero con una visión más ampliada, más de cadena, desde el suministro de inputs y servicios hasta la comercialización y la industria auxiliar, pero centrándonos también en la industria alimentaria en su conjunto, son empresas tractoras −como la industria cárnica−, que innovan, que exportan y que invierten en mejorar su negocio cada año. Este es el denominado “agro extendido”, en el que tenemos mucho recorrido, grandes oportunidades y sobre todo muchas capacidades como entidad para crecer en el negocio y en todas las empresas y subsectores que conforman la cadena alimentaria.

Nuestro objetivo es crear y aportar valor para nuestros socios y clientesAl margen de las ofertas específicas disponibles y dentro de nuestra estrategia de posicionamiento, hemos cerrado un acuerdo comercial de ámbito nacional con las cooperativas de enseñanza, y tenemos que destacar la convocatoria del primer concurso nacional ‘Emprendemos’, para fomentar el espíritu empresarial, la cultura innovadora y dar a conocer los principios de sostenibilidad entre los estudiantes de Secundaria. No podemos olvidar que la educación y la formación deben ser los pilares de nuestro futuro. En esta organización se integran 700 centros educativos de toda España que, inspirados por los principios de economía social, forman cada día a 280.000 alumnos y generan más de 30.000 empleos. En cuanto a los centros especiales de empleocon cuya Federación nacional también suscribimos un convenio de colaboración el pasado mes de marzo, conviene recordar que los 600 que existen en España dan trabajo estable y de calidad a más de 36.000 personas discapacitadas. Son solo dos ejemplos de lo extendida que está y de las posibilidades de desarrollo de la economía social en nuestro país.