Acaban de presentarse públicamente las iniciativas de gestión común de tierras de la Cooperativa de Benaguasil en Valencia y la de Coopego en Alicante, ambas con el apoyo de la Universitat Politècnica de València y nuestro Grupo. Se trata de dos empresas asociativas pioneras en la búsqueda de alternativas al abandono de parcelas agrícolas mediante la implementación de herramientas de innovación social.
La sede de la Cooperativa Rural de San Vicente Ferrer en Vilamarxant acogió la celebración de la jornada técnica ‘Recuperando Futuro’, organizada conjuntamente con el Grupo Cooperativo Cajamar, la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Grupo Operativo ‘Innoland’, en el que participan algunos de los principales agentes de desarrollo rural de la Comunitat Valenciana con el objetivo de fomentar, con el apoyo de la Asociación Europea para la Innovación, la competitividad del medio rural y las empresas cooperativas dedicadas al cultivo y comercialización de cítricos, frutales y otras hortalizas.
Los socios cooperativistas han implementado una estrategia común de recuperación y modernización de parte de las explotaciones abandonadas, que ha llevado a la progresiva reconversión varietal de las explotaciones y la adaptación de los calendarios de cosecha a las necesidades de la comercialización, así como a la adquisición de nuevas fincas para ganar en dimensión y en capacidad de negociación en los mercados.En el encuentro, que sirvió para exponer públicamente los objetivos y los primeros resultados la iniciativa de gestión común puesta en marcha hace dos años desde esta empresa cooperativa, participaron el presidente de la Cooperativa, José Vicente Navarro Arnal; el presidente de la Fundación Cajamar Comunidad Valenciana, Santos Fernández Villegas Fernández; y el catedrático de Economía de la UPV José María García Álvarez-Coque.
Todos ellos coincidieron en señalar la necesidad de que el modelo cooperativo de la Comunitat, que ha sido extraordinariamente dinámico y competitivo en el pasado, afronte la necesaria renovación para adaptarse a las nuevas reglas del juego de la economía global, como única forma de poder aprovechar las oportunidades de una demanda de alimentos en expansión. Para ello, el desarrollo de iniciativas de gestión de tierras, como demuestran los casos de la Cooperativa de Benaguasil y de Coopego, permite aprovechar las fortalezas del tejido cooperativo valenciano para la modernización de nuestra oferta agroalimentaria.
Pasa saber más:
'El cooperativismo agroalimentario valenciano se renueva', de Roberto García Torrente (director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar)
'La gestión cooperativa de tierras como experiencia de innovación social', de Lorena Tudela Marco (Centro de Experiencias de Cajamar en Paiporta, Valencia)
