La transformación digital del sector financiero no se limita a la eclosión de los canales online con los que cada vez estamos más familiarizados. La oficina bancaria tradicional también está experimentando grandes cambios. Para el cliente, supone la posibilidad de autogestionar directamente sus consultas y operaciones, evitando así las colas en ventanilla, y dejando el contacto con la oficina para las operaciones en las que precisa asesoramiento especializado.
La oficina seguirá siendo el espacio por excelencia de la actividad bancaria, donde se llevarán a cabo las operaciones que requieran de una atención específica. Pero el valor está en las personas, a uno y otro lado de la mesa, y la digitalización permite dedicar el tiempo que antes era necesario para tareas administrativas a labores de más valor para nuestros socios y clientes.
En el Grupo Cooperativo Cajamar preferimos hablar de ‘evolución‘, más que de ‘transformación‘ de nuestro modelo de atención a socios y clientes, que seguirá basándose en el trato cercano y personalizado. Pero eso no significa que desaprovechemos las oportunidades que nos brinda la tecnología para ganar en eficiencia y calidad del servicio.
Lo digital permite una nueva distribución del espacio en la oficina
La transformación de las oficinas, de un modelo centrado en la operativa de caja en ventanilla, hacia un nuevo formato, conlleva desde el punto de vista físico que la distribución del local se centra en generar espacios de atención con más confidencialidad.
Las tradicionales ventanillas, las zonas dedicadas a operativa de efectivo y de tipo administrativa pierden importancia y se transforman en puestos orientados a un mayor tratamiento personalizado de cada cliente.
Asímismo, el autoservicio ocupa un papel importante dentro de este nuevo modelo, ya que podrán realizarse de forma cómoda y en apenas minutos gestiones cuya duración antes dependía de si era hora punta o no, teniendo que hacer cola para esperar un turno, como el ingreso de efectivo, pago de recibos, pequeñas transferencias o actualización de cuentas.