Hoy ha presentado en su estand un exhaustivo análisis de las exportaciones del aceite de oliva, además de una mesa donde expertos y empresarios han compartido conocimientos sobre la situación y retos.
Cajamar Caja Rural apoya al sector agroalimentario y, concretamente, al oleícola, y participa en una nueva edición de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva 2025. Este evento, que se celebra hasta el 17 de mayo en el Palacio Provincial de Ferias y Congresos de Jaén, es uno de los principales encuentros del sector olivarero, congregando a productores, expertos y amantes del oro líquido en su edición más grande e internacional hasta la fecha.
El director general de Cajamar Caja Rural, Sergio Pérez, acompañado por directivos y profesionales, entre los que se encuentran el director territorial Sur y Extremadura, Raúl Ortega; el director territorial de Málaga y Granada, Sergio Durán; el director Comercial y de Economía Social de Cajamar, Francisco Martínez, y el director de Desarrollo e Innovación Agroalimentaria en la Fundación Grupo Cajamar, Manuel Lainez, se está reuniendo y visitando a empresas y cooperativas del sector para acompañarlas durante esta feria.
En su expositor en el pabellón Oliva Arena, Cajamar está congregando a empresarios, cooperativistas y expertos del sector para analizar y debatir la situación actual y los retos futuros. Entre las actividades desarrolladas hasta la fecha, cabe destacar la presentación realizada por Francisco Martínez, director Comercial y de Economía Social de Cajamar, junto con Jaime Palafox, asesor agroalimentario de Palafox Food & Wine, del último análisis sobre la evolución de las exportaciones agroalimentarias españolas. La intervención abordó la última publicación, editada por la entidad financiera, sobre el estado y la tendencia de los mercados agroalimentarios, con especial énfasis en el comercio exterior, proporcionando datos exhaustivos sobre el comportamiento exportador del sector, su evolución por productos y destinos, y una comparación con los principales países competidores.
La presentación destacó la importancia estratégica del sector agro en el comercio exterior, cuyo volumen de exportaciones alcanzó los 74.231 millones de euros, representando cerca del 20 % del total de las exportaciones españolas.
El estudio presta especial atención a los resultados de la comercialización del aceite de oliva. En 2024 se produjo un fuerte incremento de las ventas en valor, que pasaron de 4.496 millones de euros a 6.580 millones de euros, un 46 % más, y que estuvo acompañada, en contraposición al año anterior, por un aumento de las exportaciones en volumen, que ascendieron de 782.332 toneladas a 879.867, un 12 % más.
España es líder absoluto en la UE de este producto, con más del 50 % de las exportaciones del conjunto de países de la Unión y más del doble de las ventas exteriores de nuestro competidor tradicional, Italia. Si se observa la evolución de las ventas, tanto en valor como en volumen, desde 2010 se han producido importantes oscilaciones entre unas campañas y otras. Esto es especialmente significativo en el caso de las exportaciones en volumen, que aumentaron de 766.000 toneladas en 2013 hasta el máximo de 1.233.000 en 2019.
A continuación, tuvo lugar la mesa de debate titulada ‘Las exportaciones en el sector del aceite de oliva: incrementos de precios y tensión en las ventas‘, en la que participaron el director comercial internacional en Acesur, José Enrique Herrera; el responsable de negocio internacional en Conde de Benalúa, Josep Palau; y el asesor científico-técnico en Picualia, Juan Antonio Parrilla. En el encuentro se analizaron temas relevantes como los niveles de producción de la campaña actual 2024/25 a nivel nacional y provincial, destacando su significativa evolución respecto a la campaña anterior. También se abordó el mercado internacional, con datos sobre volumen y destinos de las exportaciones españolas y como no podía ser de otra manera, se discutió sobre la incertidumbre generada por el ejecutivo de Trump con la imposición de aranceles y el impacto que estos pueden llegar a tener sobre el aceite de oliva.
Así, los expertos dieron a conocer que, en España, la producción de más de 1,4 millones de toneladas ha crecido un 65,3 % respecto a la campaña previa anterior, convirtiéndose en la tercera más alta de la última década. Andalucía ha sido clave, aportando más del 75 % del total nacional y aumentando su volumen en un 84 %. También se han visto mejoras en Castilla-La Mancha y Extremadura, aunque regiones como Cataluña han sufrido descensos. Esta mejora global refleja una tendencia de recuperación en todos los países productores del área mediterránea, tras la campaña anterior, marcada por condiciones climáticas adversas y bajos rendimientos.
Además, han explicado que el fuerte aumento en la producción ha hecho crecer las existencias en un 51,4 % hasta marzo de 2025. Aunque la salida al mercado está siendo ágil, la oferta está superando a la demanda, lo que ha empezado a empujar los precios a la baja. Cuando los precios empiezan a bajar, el consumo reacciona rápidamente. Gracias a la mejora económica, y a las promociones en los puntos de venta, los hogares han vuelto a incrementar las compras. Este repunte se nota especialmente en los aceites de mayor calidad. Aun así, el consumo todavía no ha recuperado los niveles de antes de la pandemia: si se compara el último año con 2019, sigue siendo un 32,8 % inferior.
También han abordado el comportamiento en el mercado exterior, en comparación con la campaña anterior. De esta manera, el volumen exportado ha sido superior, con especial intensidad en enero y febrero. En cuanto a los principales destinos de las exportaciones españolas, destaca de forma muy clara Italia (+8,7%), Francia (+4,3 %), Portugal (+5,2 %) y Bélgica (+76,8 %).
En el caso de Estados Unidos, según los expertos y productores, se observa una disminución en las exportaciones de aceite de oliva español, ya que, entre octubre de 2024 y febrero de 2025, se observa una caída del 1,6 % en volumen y del 12,7 % en valor con respecto al mismo periodo de la campaña anterior, como consecuencia de la caída de los precios. A pesar de la incertidumbre en relación con los aranceles, en la mesa se debate en torno al impacto que estos puedan tener, concluyendo que la reducción de precios es muy superior al impacto del incremento del arancel estimado.
Durante la tercera jornada de Expoliva 2025, celebrada el viernes 16 de mayo, ha tenido lugar en el estand de Cajamar Caja Rural la mesa de debate titulada: ‘Cómo mejorar la eficiencia y competitividad en el olivo’, moderada por el director de Desarrollo e Innovación Agroalimentaria en la Fundación Grupo Cajamar, Manuel Lainez, en la que participaron el director de Marketing de Todolivo, Alfonso Gómez; la gerente de la Cooperativa Agrícola Nuestra Madre del Sol (Grupo DCOOP), Ana Victoria García; y el responsable de sistemas digitales agro de la Fundación Grupo Cajamar, Jesús Regodón.
En el encuentro se ha abordado cómo la optimización de la eficiencia y la competitividad en el cultivo del olivo resultan esenciales en un momento en que el sector agrícola se enfrenta a retos significativos y su competitividad se ha convertido en una prioridad estratégica.
Los expertos han señalado que la combinación de producto, calidad, precio y servicios vinculados a la eficiencia en el uso de insumos, influyen significativamente en la competitividad, considerando los diversos sistemas productivos coexistentes en la producción de aceite de oliva en España. La mejora en la eficiencia en el uso de insumos implica una reducción en la cantidad empleada por unidad de producto final, resultando en un menor consumo de fertilizantes, agua y fitosanitarios por litro de aceite de oliva comercializado. Esto contribuye tanto a la sostenibilidad económica, al reducir los costes de producción, como a la sostenibilidad ambiental, gracias a la disminución de la huella de carbono, la reducción de pérdidas de nutrientes como nitrógeno, fósforo o potasio, y la disminución de la huella hídrica. La caída en estos indicadores puede ser utilizada como valor añadido en el mercado, posicionando nuestros productos como más sostenibles, y esa diferenciación positiva, valorada cada vez más por los consumidores, puede integrarse en una estrategia comercial.
También han apuntado a la agricultura de precisión como estrategia que busca aplicar la cantidad exacta de insumos necesarios en cada momento, con el fin de maximizar la productividad. El debate se inició con datos del Observatorio de Digitalización Agroalimentaria, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Cajamar, que evidencian que el 38 % de las explotaciones de regadío cuenta con sistemas de control del volumen de agua utilizado, mientras que el uso de sensores para detección de plagas o monitoreo del suelo se mantiene por debajo del 5 %.
Los participantes de la mesa han confirmado que el uso de tecnologías digitales para obtener información de lo que está ocurriendo en los cultivos y ajustar el uso de insumos, como fertilizantes y agua, en función de las necesidades que se precisan en cada momento, es cada vez más frecuente. Además, se observa una expansión en el uso de herramientas digitales de control biológico de plagas y enfermedades. También se ha registrado un crecimiento sostenido en la producción de olivar bajo sistemas de certificación ecológica, que actualmente supera las 134.000 hectáreas.
La conclusión principal ha sido que la eficiencia productiva lograda mediante la agricultura de precisión, apoyada en herramientas digitales para recopilación de datos y toma de decisiones, permite optimizar el uso de insumos y adaptar el producto final a las demandas de los consumidores. Esta estrategia contribuye a mejorar la percepción y valoración del aceite de oliva español tanto en el mercado nacional como en los internacionales.
A lo largo de la jornada, cooperativistas y empresarios de las productoras oleícolas se acercaron por el estand de Cajamar para conocer a través de directivos y profesionales, además los productos y servicios financieros que la entidad ofrece específicamente a este sector, como financiación de insumos y gastos con plazo a medida, confirming adaptado a sus necesidades o el cuaderno de campo digital, información detallada sobre la situación del sector y mejoras a aplicar.